A finales del siglo XIX, hacia 1890, la Rio Tinto Company Limited construye, sobre la soledad del espacio físico de Punta Umbría, 12 viviendas de madera que recibieron el nombre de “casas de salud”, porque tuvieron una finalidad preventiva o curativa para el personal directivo inglés de la compañía durante el verano. Con posterioridad estas edificaciones se han venido denominando “casas de los ingleses”.
Se trataba de construcciones en madera rodeadas de galerías en todo su entorno y elevadas del terreno sobre pilastres de hormigón. La zona de servicio y cuerpo de aseos quedaban separadas por galerías de circulación de la zona habitable principal. Estas casas de madera, por aislamiento térmico y acústico eran saludables, silenciosas y apacibles.
Con el tiempo el mantenimiento de estas casas se fue desatendiendo por la Compañía Minas de Riotinto y su ruina precipitó su desaparición a finales de los años 70 del siglo XX.
Desde entonces el Ayuntamiento de Punta Umbría tuvo el deseo de rescatar del olvido lo que representaron aquellas casas, que fijaron de forma indudable no ya un núcleo de población, sino una forma de vida y unas relaciones sociales nuevas en estos contornos, que devendrían en lo que hoy conocemos como Punta Umbría.
Desde entonces el Ayuntamiento de Punta Umbría tuvo el deseo de rescatar del olvido lo que representaron aquellas casas, que fijaron de forma indudable no ya un núcleo de población, sino una forma de vida y unas relaciones sociales nuevas en estos contornos, que devendrían en lo que hoy conocemos como Punta Umbría.
Es en el año 2003 cuando ese deseo se convierte en realidad al levantar un edificio que reproduce la tipología de las antiguas casas de los ingleses, intentando aunar en el mismo dos funciones distintas: la recreación de la propia vivienda de los ingleses, reproducida con fidelidad en su arquitectura y en su ambiente interior; y la de un espacio destinado a sala de exposición, en el que se muestre lo más significativo de la influencia británica en Punta Umbría.
Esta recuperación es para Punta Umbría, al tiempo que un proyecto cultural, una manifestación de su historia y una reivindicación de sus raíces, para conocimiento de todos. No en vano, quizás nos encontramos ante el único pueblo de España cuyos orígenes más recientes son un puñado de casas foráneas, que con el tiempo han dado lugar a una arquitectura singular, que las imita y reproduce a lo largo de muchos años, y que va a dar lugar a la actual población de Punta Umbría.
Francisco Rodríguez Cermeño, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Punta Umbría de 1991 a 2003